Pizarrones Electronicos
La pizarra interactiva, también denominada la pizarra digital, consiste en un ordenador conectado a un vídeo proyector, que muestra la señal de dicho ordenador sobre una superficie lisa y rígida, sensible o no al tacto, desde la que se puede controlar el ordenador, hacer anotaciones manuscritas sobre cualquier imagen proyectada, así como también, guardarlas, imprimirlas, enviarlas por correo electrónico y exportarlas en diversos formatos. La principal función de la pizarra es, pues, controlar el ordenador mediante esta superficie con un bolígrafo, con el dedo en algunos casos- o con otro dispositivo como si se tratara de un ratón. Esta nueva tecnología ofrece la posibilidad de interactuar con la imagen, lo cual marca la diferencia en relación con una pantalla digital normal.
Una pizarra interactiva debe incluir como mínimo los siguientes elementos:
- Ordenador multimedios (portátil o sobre mesa), dotado de los elementos básicos. Este ordenador debe ser capaz de reproducir toda la información multimedia almacenada en disco. El sistema operativo del ordenador tiene que ser compatible con el software de la pizarra proporcionado.
- Proyector, con objeto de ver la imagen del ordenador sobre la pizarra. Hay que prever una luminosidad y resolución suficiente (Mínimo 2000 Lumen ANSI y 1024x768). El proyector conviene colocarlo en el techo y a una distancia de la pizarra que permita obtener una imagen luminosa de gran tamaño.
- Medio de conexión, a través del cual se comunican el ordenador y la pizarra. Existen conexiones a través de bluetooth, cable (USB, paralelo) o conexiones basadas en tecnologías de identificación por radiofrecuencia.
- Pantalla interactiva, sobre la que se proyecta la imagen del ordenador y que se controla mediante un puntero o incluso con el dedo. Tanto los profesores como los alumnos tienen a su disposición un sistema capaz de visualizar e incluso interactuar sobre cualquier tipo de documentos, Internet o cualquier información de la que se disponga en diferentes formatos, como pueden ser las presentaciones multimedia, documentos de disco o vídeos.
- Software de la pizarra interactiva, proporcionada por el fabricante o distribuidor y que generalmente permite: gestionar la pizarra, capturar imágenes y pantallas, disponer de plantillas, de diversos recursos educativos, de herramientas tipo ampliar, convertir texto manual a texto impreso y de reconocimiento de escritura, entre otras.
Señalar que la adquisición de una pizarra interactiva incluye la pantalla, los elementos para interactuar con ella (rotuladores, borradores, etc.), el software asociado y todo el cableado correspondiente. A esto hay que añadir el proyector, el ordenador así como los periféricos y accesorios que se consideren necesarios.
Elementos que integran la pizarra digital interactiva.
Los elementos que integran la pizarra digital interactiva son:
- Un ordenador multimedia. El ordenador no necesita de la últimas tecnologías, pero eso sí, debe de tener al menos un puesto USB u otro tipo de dispositivo para la conexión entre el ordenador y la pizarra digital interactiva.
- Un vídeo – proyector. Cuanto mayor sea la calidad de la imagen proyectada, mejor es visionada la proyección por parte del grupo clase.
- Una pizarra digital interactiva. Podemos utilizar los mucho modelos que existen en el mercado, aunque también podemos utilizar una pared banca (hacer una pizarra digital con el mando de la Wii )
- Software de la pizarra digital. Cada pizarra digital interactiva necesita de su software para que se pueda utilizar con todas sus funcionalidades.
MODELOS DE PIZARRAS DIGITALES
Cuando ya estamos en el Siglo XXI y la intensa revolución tecnológica del siglo pasado, nos encontramos con aulas que cuentan sólo con pizarras, tiza y papel, además de mesas y sillas.
¿Dónde está la innovación en el aprendizaje?. Ante esto hemos de plantearnos utilizar la tecnología. Si pensamos en el modelo educativo y formativo tradicional, este genera frustración. Tenemos alumnos que son nativos digitales, es decir, han nacido en la era tecnológica asimilándola en su crecimiento de la misma forma que el habla. Sin embargo, no es eso lo que utilizamos en nuestras clases. La tecnología permite cambios para enseñar a vivir en la sociedad del S. XXI. Si bien es cierto que el término tecnología lo utilizamos los profesores, los alumnos no, nacieron con ella. Somos diferentes a ellos, por tanto, los métodos tradicionales no sirven igual. Como dice Marc Prensky los inmigrantes digitales, en este caso los profesores lo son, hablan con acento, les cuesta entender y por tanto expresarse digitalmente. Quizás sea este el motivo por el que no llega a ser tan demandada la tecnología como instrumento para la impartición de nuestras clases.
Como bien dice A. Clark, tenemos que preparar a los jóvenes para afrontar su futuro, no nuestro pasado.
Existe otro concepto sobre el que es necesario reflexionar en nuestra forma de actuar ante nuestros alumnos: La creencia de pretender que una persona aprenderá automáticamente por el hecho de exponer información, utilizando el modelo “yo sé, tu no sabes, yo te cuento”. En este caso el trabajo del profesor es del 95%. Frente a esta postura existe encontramos a William Glasserin y sus Seven ways of knowing:
Aprendemos…
10% de lo que leemos,
20% de lo que oímos
30% de lo que vemos
50% de lo que vemos y oímos
70% de lo que discutimos con otras
personas
80% de lo que intentamos
95% de lo que enseñamos a otras
personas
Así pues, podemos llegar a desaprovechar alrededor del 40% del posible rendimiento de los alumnos si la clase tradicional no se acompaña de otros materiales que constituyen el soporte de la información de nuestros alumnos. De ahí la necesidad del uso de la Pizarra Digital en nuestras aulas. Una herramienta que puede acercarnos, en nuestra comunicación con los alumnos, a su forma de entender el conocimiento y adquirirlo
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